Todos en algún punto, anhelamos encontrar a esa persona especial con la que podamos tener nuestro: “felices para siempre”.
*Spoiler* Esta historia no tiene un final feliz.
Sin duda, nuestras historias de amor nos han marcado de una u otra manera.
Muchas de ellas nos han dejado grandes enseñanzas. Y sí… algunas de ellas también nos han lastimado.
Cuando iniciamos nuestra historia de amor, vivimos momentos únicos y hermosos.
Nos enamoramos de la otra persona y en un momento, decidimos amarla. Decidimos quedarnos y querer a esa persona con todos sus colores y también con todas sus sombras.
“Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta” -Sam Keen
A todos nos gustaría que nuestra historia de amor durará para siempre.
Muchas de esas historias de amor, sí logran tener un “para siempre”. Probablemente, han pasado pruebas, conflictos, tristezas, enojos y lágrimas. Quizás, en algún momento estuvieron apunto de rendirse, pero al final, decidieron seguir en la misma dirección.
Todos tenemos una historia de amor especial.
Quizás, aún no experimentas eso o estás en el proceso y de ser así, déjame decirte algo: ¡Disfrútalo! valora cada palabra, cada acción, cada momento. Valora y agradece por ello.
Y, si en algún momento esa historia tiene que terminar, quédate con todo lo bueno, desecha lo malo y enfócate en lo real, puro, amable y bondadoso de esa persona y de esa historia de amor.
Recuerda lo bonito, lo verdadero y admirable.
Dolerá, claro que sí. Pero siempre podemos elegir quedarnos con lo bueno.
Debes seguir cuidando de tu corazón y también el de la otra persona aun cuando ya no estén juntos. Y no me refiero a que tengas que estar ahí forzosamente. Lo que quiero decir, es que puedes cuidar el corazón de esa persona al cuidar tus comentarios, tus pensamientos y acciones. No dejándote llevar por el coraje, decepción y dolor.
“Seríamos más pacientes y amables con las personas y seríamos menos heridos si recordásemos regularmente que todos tenemos fallas profundas en el corazón”. -Tim Keller
Debemos honrar a Dios y a la otra persona aun cuando esa historia de amor no tuvo el final que esperábamos. Esa historia te dejará recuerdos, aprendizajes y te mostrará cosas en las que debes trabajar y mejorar. Agradece a Dios por haber tenido esa historia de amor y haber tenido la bendición de amar y ser amado.
Al principio, te dije que esta historia no tiene un final feliz, y es verdad.
Esta historia tiene un final glorioso, y, ¿sabes por qué? porque el final de tu historia ya está escrito y no por ti, por la persona que amas, tu corazón roto, o tu historia de amor, sino por Dios. Así que confía y cree.
El hecho de que esa historia de amor no funcionará no te quita tu valor. Ese capítulo no representa lo que eres y no determina quién serás y el propósito que Dios tiene para tu vida.
Haz lo que a ti te corresponda para terminar ese capítulo de la mejor manera y honra a Dios con tu actitud. Sigue amando y creyendo. No permitas que el cierre de un capítulo haga que tu corazón se llene de amargura, tristeza o resentimiento.
El amor que damos debe ser un reflejo del amor de Dios por nosotros.
No te enfoques en tener un final feliz con otra persona. No busques sentirte completo y llenar tu corazón al tener una pareja. Recuerda que solo Jesús puede llenar tu corazón.
Solo en él podemos sentirnos completos y amados.
Nadie, absolutamente nadie en esta tierra puede ofrecerte vivir un “felices para siempre”, solo en Jesús podemos encontrar ese final eterno, perfecto y feliz.
Ahora, con Jesús en tu vida, puedes decir: "Y viviré feliz para siempre con mi Salvador"
<<Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia>> Filipenses 1:21
"Y vivieron felices para siempre pero no lo hicieron juntos".
Por Johanna Ochoa
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